Es evidente que una de las metas principales de aquellos que tienen una empresa es la reducción de costos. Desde el punto de vista de los dueños de la marca, la expansión por medio de las franquicias representa varias ventajas. Por principio de cuentas, todos aquellos que trabajen en la franquicia no tienen relación laboral directa con el dueño de la marca, sino con el franquiciatario. De modo que es responsabilidad de este último el proveer los sueldos y las prestaciones sociales respectivas. Además es también su responsabilidad la inversión en la infraestructura del negocio, lo que incluye instalaciones, materiales de trabajo, capacitación, y otros aspectos para su puesta en marcha. El dueño de la marca tiene la responsabilidad, no obstante, de proveer los conocimientos, las normas, los procedimientos y los sistemas necesarios en relación al manejo del producto o servicio del negocio en cuestión. Una vez en funcionamiento, el dueño de la marca recibirá regularmente determinada cuota o porcentaje de las ganancias generadas por el franquiciatario. Visto en su totalidad y a largo plazo, la utilización de las franquicias representa no solo la oportunidad de reducir costos, sino también de contribuir a la expansión del producto o servicio del que se trate, y a la generación de una mayor cantidad de ganancias. He ahí sus ventajas.
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